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San Pablo, en estado de guerra por una ofensiva de criminales

SAN PABLO.- Pánico, caos, 81 muertos, 90 ómnibus incendiados, decenas de prisiones amotinadas y la más violenta declaración de guerra del crimen organizado contra el Estado brasileño en toda su historia.

El «lunes negro» que ayer vivió San Pablo difícilmente será olvidado. Se lo recordará como el día en que el jefe de una organización criminal logró tomar de rehén a la capital económica de Brasil con una llamada de celular en la que convocó a la delincuencia a matar policías, incendiar, atacar comisarías, amotinar prisiones, tirar bombas y difundir el terror.

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Situación reversible

Juan trabaja desde los siete, a los 13 ya es capaz de enseñarle a su hermana el oficio de cosechar algodón sin pensar en los agroquímicos que lo intoxican o en las horas necesarias para juntar los cien kilos que en un buen día le harán ganar diez pesos. Historias como ésta son las que ocultan los números globales sobre el trabajo infantil –o “peores formas” de lo mismo, como se llama a la explotación sexual–, tan naturalizados que parece irreversible que al menos un millón y medio de chicos y chicas se vean en la necesidad de aportar dinero a sus familias. 

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«La tolerancia cero no funciona»

El director del Centro Internacional de Prevención del Crimen participó la semana pasada en un coloquio organizado por la CEPAL y el Ministerio del Interior. Su diagnóstico: nuestro país va bien en cuanto a seguridad, pero hay que cuidarse de promesas como la mano dura o las islas-cárceles. No funcionan. 

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El 40% de los liberados no consigue un empleo

Las personas que salen de prisión tienen escasas oportunidades de reinsertarse socialmente. De hecho, parecen ser más los factores que los alientan a recaer en el delito que los que los estimulan para rehacer su vida.

Las pocas oportunidades laborales, el hecho de volver a un entorno familiar que muchas veces se ha «olvidado» de ellos, el estar «marcados» socialmente de por vida como delincuentes son factores que inciden a la hora de volver a las andanzas.

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El drama de los niños soldados

En un atentado cometido con un coche bomba en Bagdad, dos niños con discapacidad mental fueron utilizados como señuelos. No se trató de un caso aislado. En Irak, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) ha descubierto «decenas de niños con retraso mental» que «han sido usados en ataques insurgentes contra las tropas norteamericanas e iraquíes». Los niños, a menudo huérfanos a causa de la violencia, también son empleados en tareas de espionaje o para distraer a los soldados durante los atentados.