Un videojuego japonés que simula violaciones, incluso a niñas, y que se comercializa en el país por medio de Internet en sitios de subastas y descargas generó una seguidilla de repudios y reacciones para evitar su venta. 

En el juego denominado «Rapelay» -en alusión a la palabra inglesa «rape» que significa violar- el protagonista es un hombre que decide abusar de una joven, de la hermana de 12 años y de la madre para vengarse porque esa adolescente lo denunció por intento de violación de una amiga.

La persona que juega puede elegir las formas de agresión y cómo violar en forma virtual a las tres mujeres.

El jugador deberá seleccionar el lugar donde se producirá la violación, que puede ser una estación de tren, un parque, un baño público, entre otros sitios.

El Ministerio de Justicia advirtió a través de un comunicado que la venta y comercialización de «Rapelay», viola el artículo 128 del Código Penal, que reprime con prisión de 6 meses a 4 años al que produzca, divulgue o propague por cualquier medio toda representación de un menor de 18 años dedicado a actividades sexuales explícitas o toda representación de sus partes genitales con fines predominantemente sexuales. 

El titular de la cartera, Julio Alak, indicó que «se están tomando las medidas necesarias para evitar la divulgación del software«.