Miembros del comité de expertos que asesoró al gobernador de Mendoza dieron detalles a lanacion.com sobre cómo se implementará la polémica medida
Integrantes del comité de expertos que impulsó la castración química a condenados por violaciones en Mendoza dieron detalles sobre la iniciativa que se pondrá en marcha en los próximos tres meses.
En medio de la polémica por la reglamentación y la forma en que se llevará a la práctica, dos de los especialistas que aconsejaron al gobernador Celso Jaque defendieron la medida, al tiempo que admitieron que su implementación no será sencilla.
No es para todos los violadores. «No todos los que cometan un delito de índole sexual van a poder acceder a la castración», explicó, en diálogo con lanacion.com, Rubén Contreras, psiquiatra y miembro del comité científico que asesoró a Jaque.
El especialista contó que, en el marco de un «trabajo interdisciplinario», se estudiará cada caso puntual para determinar si se justifica o no una castración, teniendo en cuenta factores psiquiátricos, psicológicos, criminológicos y sociales.
La duración. Para ello, los presos iniciarán un tratamiento de al menos cuatro o cinco años dentro de la cárcel y recién ahí podrán elegir ser sometidos a una castración química, una vez que tengan contacto con el exterior.
Consultado por la posibilidad de revertir el proceso con sustancias como sildenafil (más conocido por su nombre comercial, Viagra), Contreras admitió que existe la chance de sortear los efectos de la medicación «con dosis importantes» -de Viagra- y dejando de consumir por 15 ó 20 días la medicación. Sin embargo, insistió en que los controles dentro y fuera de la cárcel servirán para determinar si la persona intenta burlar el tratamiento.
Reversible. «Cuando se dejan de administrar los medicamentos, la vida sexual de la persona se restituye. El tratamiento es reversible», explicó a lanacion.com por su parte el sexólogo José Luis Rodríguez, otro de los integrantes del comité.
«En los casos en que el riesgo de reincidencia es alto, más allá de que el individuo haya cumplido la condena, lo que tiene que lograrse es la adherencia al tratamiento. Que él mismo entienda que lo necesita», agregó.
Además, Rodríguez expresó que, en función de múltiples estudios y prácticas en otros países, se espera que esta medida disminuya «alrededor de un 60 por ciento».
La Nacion
Por Tomás Rivas
De la Redacción de lanacion.com
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