Se calcula que hay unos 200 millones de pistolas y rifles. Es el país con más armas en manos privadas. 

Es fin de semana y el negocio está que hierve. Un hombre, con su hijo de unos 6 años y un bebé rubio en brazos, examina la mercadería con minuciosidad. La revisa, la acaricia, la observa. Decide comprarla. Llena unos formularios y se va. Acaba de llevarse una pistola de una inmensa tienda de artículos para actividades al aire libre de Oklahoma City. Así de sencillo.Stacey Kitchens, el vendedor que le entregó el arma, luce cansado. Son casi las 10 de la noche, el negocio –Bass pro shops– está por cerrar y aún tiene que acomodar el festival de revólveres, fusiles y pistolas que yace sobre el mostrador. Smith and Wesson, Beretta, Magnum, Taurus y otras decenas de marcas y modelos que pueden verse. Ha sido un día largo, pero no será el más rendidor. «En Navidad vendemos mucho más porque los rifles son el regalo preferido», dice Kitchens. Esto es Oklahoma.

El medio oeste estadounidense. Aunque no hay cifras oficiales, se estima que éste es el país del mundo con mayor cantidad de armas en manos privadas, con un arsenal de unos 200 millones de pistolas y rifles en las casas. «Esto es América. Tenemos el derecho de protegernos, de proteger a nuestra familia», dice Terry Toney, un pastor cristiano de Texas que pasea por el monumento en homenaje a las víctimas del atentado contra un edificio federal de Oklahoma, en abril de 1995.

«Tengo una pistola de calibre 40, para protección. La tengo en mi auto ahora mismo. Nunca la usé, pero si alguien quiere herirme a mí o a mí mujer la voy a usar», dice el hombre, que luego derivará sin demasiada lógica la conversación hacia Cristo y el Espíritu Santo. «Cualquiera puede comprar un arma en Texas», dice Toney.

En Oklahoma también el trámite es simple. Se lo puede ver en la tienda deportiva. El comprador sólo debe llenar un formulario –no hay que presentar ningún certificado especial–, con algunas preguntas sobre consumo de drogas y antecedentes penales. El vendedor la faxea en el acto al FBI, y recibe la respuesta en el momento. A lo sumo, puede tardar un par de días. Salvo Illinois y Wisconsin, 48 estados permiten la libre portación de armas. La Corte Suprema ratificó en junio el derecho constitucional a llevarlas. A los ojos argentinos cuesta entender esa medida, tomada en un país donde abundan las matanzas cometidas por estudiantes, con acceso sencillo a las armas, en escuelas o universidades. Sin embargo, aquí sobre todo en el far west- se considera parte esencial de la cultura. Muchas camionetas tienen un encastre especial en la parte trasera para poner un fusil.

La caza es el hobby de Sarah Palin, la candidata a vice del Partido Republicano, también muy respetada por su amor a los deportes y su membresía a la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
El amor a las armas puede derivar en otras cosas: el número de homicidios «justificados» cometidos por los ciudadanos ha crecido en los últimos dos años hasta alcanzar los niveles más altos en una década, reveló el FBI. Aquí el homicidio es justificado cuando una persona mata a otra mientras es asaltada, por ejemplo.Algunos analistas aseguran que las cifras indican un cambio de actitud en las calles, donde los ciudadanos parecen haber tomado las armas para su seguridad personal. El profesor James Alan Fox señala que está creciendo la mentalidad de «disparar primero» por parte de la Policía y de la gente común. «Claramente, hay un mensaje de que cada uno puede defenderse por sí mismo.»

Wayne La Pierre, vice de la NRA, apunta que después del 11 de Septiembre y de los saqueos tras el huracán Katrina de Nueva Orleans, la gente se anotó masivamente en los cursos que dicta la Asociación, ferozmente criticada por Michael Moore en su documental Bowling for Columbine.
El profesor Jerry Polson no ve ninguna relación entre la portación de armas y la violencia en las escuelas y universidades. «Es una cuestión individual, alguien que no está satisfecho con su vida. Creo que tiene que ver con el entorno de la persona. En este país la familia se está rompiendo.» Y el docente sigue hablando de la familia, de Dios y de los valores, los temas preferidos en Oklahoma.

http://www.clarin.com/diario/2008/10/20/um/m-01785353.htm