Uno de cada diez mayores de 18 años -2.247.749 personas- tiene una; el 53% de ellas las posee para su protección personal. Más de un millón de personas tiene un arma en su poder con el principal argumento de que, con ella, se sienten más seguros frente al avance crónico de la delincuencia y la inseguridad. Y otro tanto las tiene por diversos motivos, como la práctica de tiro deportivo, el coleccionismo, la tradición familiar e incluso el trabajo.
Esos datos se proyectan de un reciente relevamiento de Ipsos-Mora y Araujo sobre la base de 1200 entrevistas personales realizadas en abril último entre habitantes del área metropolitana mayores de 18 años. Del sondeo surge que una de cada 10 personas admite tener un arma. Y el 53% de ellas reconoce en la «protección personal» el principal argumento para poseerlas.
Los «desarmados» tienen una percepción muy distinta: 3 de cada 4 personas consideran que la sociedad sería menos violenta si hubiera menos armas de fuego en circulación. Y 8 de cada 10 están de acuerdo con que el Estado controle estrictamente su comercio, consideran que tener armas en la casa es una fuente de riesgo para toda la familia y creen que es muy importante que quienes tienen niños en sus hogares se deshagan de ellas.
El trabajo fue preparado especialmente para la Asociación para Políticas Públicas (APP) y la Red Argentina para el Desarme (RAD), y se inscribe en el contexto del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, cuyo inicio, según confiaron a LA NACION fuentes gubernamentales, se produciría a fines de este mes en Necochea, donde vive la familia de Alfredo Marcenac, el joven asesinado hace un año por el llamado «tirador de Belgrano».
La encuesta confirma y actualiza sondeos anteriores. La Primera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada por el Ministerio de Salud en 2005 sobre la base de 50.000 entrevistas en centros urbanos, revelaba que el 9,8% de la población mayor de edad (2.247.749 personas, en proyección) tenía un arma de fuego en su casa, en su automóvil o en depósito.
Y en 2004, la encuesta de victimización del Ministerio de Justicia revelaba que el 56% de las personas que poseían armas reconocía en la defensa propia el principal motivo de la tenencia.
Había entonces 1.123.059 armas registradas y 635.822 legítimos usuarios (LU) de armas. El Registro Nacional de Armas (Renar), organismo de control, constató que casi la mitad de los LU tenían sus permisos vencidos y debían renovarlos con nuevas condiciones, entre ellas, certificados de aptitud física y psicológica desdoblados.
Comparados los datos oficiales con los de las encuestas, por cada arma registrada hay una que no lo está.
El resto de los datos
En el sondeo de Ipsos, el 9% de quienes admitieron tener un arma respondió que esa arma siempre había estado en su casa. A ese grupo y al que integran los que se han armado para su defensa -6 de cada 10 personas- se busca convencer con el plan de desarme voluntario, según admiten los expertos de la RAD. Máxime cuando, según el relevamiento de las noticias que se publican en los distintos medios de prensa del país, muere al menos una persona por día como consecuencia de disparos en peleas de pareja, familiares o vecinales, en accidentes en la manipulación de armas o en suicidios, hechos no vinculados con la delincuencia habitual.
Además de la RAD, comprometieron su apoyo al plan organizaciones de legítimos usuarios de armas, que abogan por una tenencia responsable y legal de armas de fuego, al tiempo que piden que se respete su derecho a tener y usar armas por afición, deporte o trabajo, como en la seguridad privada y pública. Entre ellas, el Foro por una Argentina sin Armas Ilegales y la Asociación de Legítimos Usuarios, Alutara.
LA NACION