El número de personas privadas de libertad en cárceles españolas ha pasado de las 39.169 en 2000 a las 51.339 que hay en la actualidad, lo que supone un aumento del 31,59%, según informó la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, en su primera comparecencia ante la comisión de Interior del Congreso de los Diputados.

«Es una barbaridad para cualquier sistema (penitenciario), pero para uno con carencias como el nuestro es casi una catástrofe«, afirmó Gallizo tras ofrecer el dato.

Además, de los 51.339 internos que hay en la actualidad en prisiones, 13.912 son de nacionalidad extranjera, lo que supone un 27,1% de la población reclusa.

Gallizo contrapuso el incremento en el número de presos con el que se ha producido en los últimos cuatros años en la cifra de funcionarios de prisiones, que tan sólo ha crecido en un 7%.

La directora de Prisiones insistió en la aspiración del programa electoral del PSOE de asignar a cada preso en España una celda. Sin embargo, el número de celdas es de 38.837, repartidos entre los 66 centros que dependen de Instituciones Penitenciarias. El déficit de celdas asciende, por tanto, casi a 12.000.

Esta situación, según argumentó Gallizo, se debe a que el anterior Gobierno abandonó el tratamiento penitenciario «como una prioridad». La situación es especialmente grave en cuanto a la construcción de centros. Según Gallizo, el PP programó la construcción de cuatro: Villena, Navarra, Gran Canaria y el País Vasco, pero sólo el primero se llevó a cabo.

«Por responsabilidad» se mantendrá el plan de los ‘populares’, añadió, y se crearán otros tres, Navarra, Canarias y Ceuta, y se renovarán las infraestructuras de los centros del País Vasco.

Las cárceles catalanas superan por primera vez la «peligrosa» cifra de 8.000 reclusos

La masificación de los centros, con capacidad para 5.700 presos, empeorará en los próximos dos años

La saturación en las cárceles catalanas, un problema que el consejero de Justicia de la Generalitat, Josep María Vallés, transmitió el pasado mes de julio al ministro de Interior, José Antonio Alonso, alcanzó ayer un récord histórico. 8.001 presos se encuentran encerrados en las distintas prisiones catalanas, que tienen una capacidad óptima para 5.700 reclusos. Según advirtió ayer el secretario de Servicios Penitenciarios, Albert Batlle, el problema está lejos de solucionarse. Los nuevos centros no estarán listos hasta dentro de dos años, y la población reclusa crecerá en 500 presos cada año.

Las cárceles catalanas superaron ayer los 8.000 reclusos, una cifra hasta ahora nunca alcanzada que provoca una peligrosa masificación, hasta el punto de que en alguna galería de la penitenciaría Modelo de Barcelona se amontonan cinco presos en cada celda, de apenas diez metros cuadrados. Fuentes de la Consejería de Justicia informaron a Efe de que la cifra de reclusos en los centros penitenciarios catalanes alcanzó ayer los 8.001 prisioneros, un récord histórico que irá creciendo en los próximos dos años y que supera en mucho la capacidad considerada óptima en las cárceles catalanas, que es de unos 5.700 internos.

El secretario de Servicios Penitenciarios, Albert Batlle, sabe que esta masificación de las cárceles es un polvorín y ayer advirtió de que en los dos próximos años la situación se agravará porque aún no estarán construidos los nuevos centros penitenciarios diseñados por el Gobierno catalán. «En los últimos diez años, los reclusos en Cataluña han crecido en 2.000 internos y no se ha creado ninguna plaza penitenciaria», recordó Batlle. Fuentes de la Consejería de Justicia han reconocido que la situación es, cuando menos, «delicada», por lo menos hasta que entren en funcionamiento los nuevos centros carcelarios, previstos para dentro de dos años.

Mientras se construyen estos centros, uno en Sant Esteve Sesrovira –junto a la actual Brians– y otro en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), cuyo proyecto ya ha sido aprobado por la comisión de urbanismo, los responsables de las cárceles catalanas calculan que el ritmo de crecimiento de presos será de unos 500 cada año. «Los tendremos que ir asumiendo y colocando como podamos hasta tener las nuevas cárceles, y mientras… se pueden generar muchos problemas de convivencia dentro de las prisiones», reconoció un responsable penitenciario, que ha apuntado hacia las cárceles Modelo de Barcelona y la de Tarragona como las más problemáticas en número de reclusos.

De los 8.001 internos en las cárceles –7.449 hombres y 552 mujeres–, 6.043 están cumpliendo ya condena, mientras que 1.598 están en prisión preventiva, según datos facilitados por el departamento de Justicia. Del total de presos en las cárceles catalanas, 2.500 tienen nacionalidad extranjera. La saturadísima cárcel Modelo alberga, desde ayer, a 2.062 presos, mientras que la de Quatre Camins, que aún no está congestionada, cobija a 1.331 reclusos, y la de Ponent de Lleida, a 983. En la cárcel de Tarragona viven 326 presos «en una situación difícil», según fuentes penitenciarias, mientras que en Can Brians la situación es mejor, con 1.341 prisioneros. El consejero de Justicia de la Generalitat, Josep María Vallés, trasladó el pasado mes de julio al ministro de Interior, José Antonio Alonso, su preocupación por la situación de las cárceles en Cataluña y ambos coincidieron en la necesidad de estudiar algunas reformas legislativas que ayuden a resolver el problema de las masificación de las cárceles, no sólo catalanas, sino en toda España.

 Fuente: El Mundo
22.09.04