Permaneció en prisión 23 años en espera de su muerte. El gobernador, Arnold Schwarzenegger rechazó otorgarle el perdón.

 Los Angeles, California.- El reo Clarence Ray Allen, quien el lunes cumplió 76 años de edad, fue ejecutado esta madrugada en la prisión de San Quintín, California, luego de que su apelación final fuera rechazada por la Suprema Corte de Estados Unidos.

Allen, quien fue declarado muerto a las 08:38 GMT de este martes, se convirtió en el más viejo de los 13 reos ejecutados en California desde que el estado reinstauró la pena de muerte en 1977, y el segundo más viejo en la nación.

Los abogados de Allen argumentaron que su prolongada estadía en prisión a la espera de ser ejecutado, su avanzada edad y su precario estado de salud debían eximirlo de la pena de muerte. El reo sufrió recientemente un ataque al corazón, padecía de diabetes, estaba legalmente ciego y se encontraba confinado a una silla de ruedas.

Pero el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger y diversos tribunales rechazaron tales alegatos en los últimos días.

El último recurso legal de Allen fracasó la tarde del lunes cuando la Suprema Corte de Estados Unidos descartó su solicitud de una suspensión de la ejecución.

El único voto discrepante fue del juez Stephen Breyer, quien señaló que la edad del reo, su pobre salud y el hecho de que «ha estado a la espera de la pena de muerte por 23 años» debían tomarse en cuenta para considerar si su ejecución constituía un «castigo cruel e inusual».

De acuerdo con los fiscales, en 1980 Allen contrató al también reo Billy Ray Hamilton, a quien pagó 25 mil dólares para asesinar a Bryon Schletewitz de 27 años, Douglas White de 18 y Josephine Rocha de 17.

En aquel entonces Allen se encontraba en prisión, condenado por en asesinato en 1974 de Mary Sue Kitts.

Kitts, la novia del hijo de Allen, Kenneth, fue hallada estrangulada después de haberle dicho a los propietarios de un mercado en Fresno que la banda de Allen había robado su tienda. Allen buscaba una repetición del juicio por el asesinato de Kitts, y supuestamente le pagó a Hamilton para matar a potenciales testigos del crimen.

Actualmente Hamilton aguarda el mismo destino que Allen en el pabellón de la muerte.

Milenio.com