La empresa más lucrativa de Italia es la mafia con ingresos anuales por 127.000 millones de dólares, lo que equivale al 7% del PBI italiano, que suma US$ 1,8 billón. Así lo reveló ayer el informe sobre la criminalidad en el área económica titulado «SOS empresa». La enorme cifra indica que la actividad mafiosa superó su nivel de ganancias de 106.000 millones de dólares registrado en 2006 y se convirtió este año en el mayor negocio privado de la nación italiana.

El estudio elaborado por la asociación Confesercenti -la patronal de la pequeña y mediana empresa- sostiene que la usura con US$ 43.000 millones de ingresos; la construcción ilegal (US$ 19.000 millones); y el chantaje, con US$ 14.000, son las actividades más rentables.

Los números reflejan una tendencia que estuvo insinuándose en los últimos años, indica el trabajo. La Confesercenti también señaló que la línea entre negocios legítimos y la actividad delictiva estaba llegando a ser algo difícil de determinar, con lo que se hacía más complejo aún el combate al crimen.

En la presentación del informe estuvo presente el presidente de la entidad que congrega a los pequeños y medianos empresarios, Marco Venturi, además del viceministro del Interior, Marco Minniti. «SOS empresa» indica que estas cifras demuestran que los negocios aparentemente más lucrativos de la mafia presentados por las películas de Hollywood como el contrabando (US$ 3.000 millones), o los juegos y las apuestas (US$ 3.500 millones), no son un pilar básico del crimen organizado. Otros ingresos ilegales son el robo, que suma unos US$ 8.500 millones y el fraude, con US$ 6.000 millones.

«De la alimentación al turismo; de los servicios a empresas a los servicios a personas; de las licitaciones públicas al sector inmobiliario y al financiero, la presencia de la criminalidad organizada se consolida en la economía», dice el texto de 86 páginas.

En total hay 160.000 comerciantes afectados por la extorsión. Aunque algunas zonas del país apenas sufren este mal, lo cierto es que otras están totalmente tomadas, como Catania y Palermo, donde más de un 80% de las compañías tienen que pagar tributo. A pesar de todo ello, el informe denuncia que uno de los elementos más alarmantes es la actitud que mantienen muchos empresarios, especialmente en el ámbito de las obras públicas, ya que «prefieren llegar a un pacto con la mafia antes que denunciar el chantaje«, dice el trabajo.

El informe de la cámara se difunde horas después de la visita del papa Benedicto XVI a Nápoles, cuando el domingo pasado condenó como «deplorable» la violencia mafiosa, que penetra la vida cotidiana de millones de italianos. El informe sostiene que un 80% de los empresarios sicilianos de Catania y Palermo pagan regularmente una «protección» a la mafia conocida como «el pizzo». Las zonas más castigadas por la economía ilegal son Sicilia, Campania, Calabria y Puglia.

Clarin.com